Las Cúpulas y las Bases

  Recuerdo como hace poco, le comentaba a una buena amiga que no me gustan las cúpulas.
Uno que con unos 14 años, poco tiempo después del golpe militar de Tejero, se afilió a un partido político a pesar de las lógicas reticencias en aquella época mostradas por su madre, con el paso de los años se va desengañando. Aquellos tiempos de militancia quedaron atrás, y ya no cuelga de las paredes ningún póster del “Che” Guevara,  ni de símbolos pacifistas, ni de nada que se le parezca. No se han ido del todo, puesto que quedan en la mente y en mis libros.

  Soy de los que piensan que al final, tarde o temprano, las cúpulas eternizadas (políticas, religiosas, deportivas…y por supuesto también sindicales) terminan acomodándose y relajándose, a excepción, por supuesto, de las cúpulas patronales. Esas no descansan en su “lucha” por llenarse los bolsillos caiga quien caiga, que normalmente es el trabajador. Tan solo hay que darse una vuelta por Internet para ver la cara de felicidad que tienen últimamente en la cúpula de la patronal. El motivo no es un acuerdo de colaboración con terceros países, ni  la concesión de ayudas públicas que pagamos entre todos, sino la aprobación de una Reforma Laboral que constituye el mayor recorte de derechos de los trabajadores y trabajadoras de este país en décadas.

  Yo creo más en el poder de las bases, pero debo reconocer que las cúpulas son necesarias, si lo prefieres “un mal necesario”. No imagino un país sin gobierno, ni un Sevilla FC sin directiva.

  Veo estos días en las redes sociales como hay quien intenta convencernos de no secundar la huelga general con tal de fastidiar a los sindicatos. ¡Toma ya! Es como no acudir al Ramón Sánchez Pizjuán para fastidiar a la directiva Sevillista con la que estás en desacuerdo. No señor, hay una serie de resortes (más o menos lentos) en esta sociedad que nos permiten cambiar las cosas. Puede usted recoger 500.000 firmas para promover una Iniciativa Legislativa Popular y cambiar la Ley Orgánica de Libertad Sindical. Estos resortes funcionan, pregúntele a aquellos que están temiendo la llegada del 25 de marzo en Andalucía.

  Y por supuesto, los delegados sindicales, salvo deshonrosas excepciones (como en cualquier ámbito)  no usan su crédito horario para acudir a la huelga. A mí y a mis compañeros nos descuentan de la nómina cada jornada de huelga o paro parcial (y van muchos), y así se lo hacemos saber por escrito a la empresa con anterioridad.

  Supongo que habrá de todo en este mundo (yo mismo lo he visto) pero aun así, hay mucha gente de base a la que le duelen las manos de redactar denuncias, los pies de acudir a Inspección de Trabajo y la cabeza de esperar los requerimientos a la empresa por parte de dicha Inspección. Son verdaderas moscas cojoneras para el empresario, personas con fecha de caducidad en sus empresas, cuya labor, lo quiera usted o no, es imprescindible y de la cual se benefician muchos trabajadores, los comprometidos y los que por diferentes razones (el miedo que es libre, el no llegar a fin de mes, etc.…) no lo pueden estar o simplemente, no quieren estarlo.

  Finalmente, diré que no es este escrito un llamamiento a la huelga, pero ahora que se empiezan a observar síntomas de un despertar por parte de la sociedad y en especial por parte de la juventud con movimientos como el 15M, tampoco me gusta que se intente aburrir a la gente antes de tiempo.

6 Comentarios:

Anónimo dijo...

Se echan d menos tus charlas. Como siempre, muy bueno al relacionar el tema cn el mundo futbolístico. En cuanto al contenido, mucho para hablar...

Terenti dijo...

...y yo echo de menos charlar.
Un saludo y gracias por el comentario.

Mati Herrera dijo...

Tienes razón, Javier. Yo doy fe de que secundáis la huelga igual que cualquier otro empleado, pues le doy entrada al documento que para ello entregáis a la empresa.Aunque también tienes razón en que hay excepciones e incluso diría yo de algunos que utilizan el grupo sindical para salvarse el c... y no lo puedan echar. Gracias a Dios no todos son así y es conveniente y necesario tener en quién apoyarse o saber que hay quien lucha por nuestros intereses, los de todos los trabajadores. Un beso amigo y hace algunos días que no te veo, ¿dónde te metes?

Terenti dijo...

Muchas gracias por tus palabras, Compañera. Tienes razón, de todo hay en la viña del Señor, pero yo hablo de lo que conozco de cerca (mi sección de base). Todos sabemos de casos de personas que usan el crédito horario para otros menesteres, pero no me meto. También llegarán las urnas para ellos.

Mañana te busco.

Un beso.
Javier.

Rafael Sarmiento dijo...

Estoy completamente de acuerdo con lo que dices de las cúpulas. SObre todo cuando se califica a un colectivo en función de cómo se comportan los miembros de dichas cúpulas. A los sevillistas nos llaman fanfarrones porque Del Nido suelta a veces sus fanfarronadas. Probablemente no sea fanfarrón ni él, pero utiliza muy bien a la prensa dándole titulares en busca de un beneficio para el club.

Hay mucha gente que se mete con la Iglesia (yo el primero)por culpa del asentamiento, el pensamiento y las riquezas de su cúpula, pero luego no tiene más remedio que quitarse el sombrero ante la labor que hacen muchos religiosos en barrios marginales o en países pobres.

Y con los sindicatos pasará lo mismo. Yo creo que la sociedad está molesta con los sindicatos porque no han sido capaces de canalizar la indignación de la gente. Y ahora esa indignación no quiere saber nada de ellos ni de los partidos.

Conozco personas que quieren hacer huelga, pero que no quieren que los sindicatos les utilicen para engordar las cifras de los que les apoyan. Están de acuerdo con los motivos de la huelga, pero no con la actitud de los convocantes.

Yo soy autónomo y tengo un pequeño negocio que está empezando a arrancar. Necesito hasta el último céntimo de euro que entra en caja para sobrevivir y dar de comer a mi hijo de tres años. Por tanto, no cerraré ese día. Pero sí que pienso poner un cartel en el escaparate en el que diga que estoy completamente de acuerdo con lo que se reclama, pero que no me puedo permitir perder ni un duro.

Magnífico post.

Un saludo.

Terenti dijo...

Estimado Ravesen,

Tu actitud me parece totalmente correcta. Ya he comentado que no he pretendido escribir un alegato en favor de la huelga. Tengo compañeros que trabajan mediante contratos de puesta a disposición por parte de alguna ETT y que lo hacen con derechos muy por debajo de mi convenio sectorial. La mayoría de ellos no hará huelga puesto que saben lo que se juegan. Después están los que no llegan a fin de mes, los que ocupan un cargo que no les permite hacer huelga, aunque estén de acuerdo con ella. Cada uno tiene sus propias razones para secundar o no la huelga, pero la mayoría está de acuerdo con el fin que se persigue.

Sobre los sindicatos no quiero extenderme demasiado, ya que creo que he dejado clara mi postura sobre las bases. Aun así, es cierto que incluso dentro de estas bases hay de todo. Yo hablo de lo que conozco y vivo cada día de muy cerca.

Un saludo y de corazón, suerte con su negocio.
Javier.