Despido Libre

  Vivimos en una sociedad donde de momento (todo se andará), sus miembros tienen acceso a una sanidad y una educación Publicas y Gratuitas. Son conquistas sociales, pilares fundamentales de esta sociedad democrática a la que algunos denominan “sociedad del bienestar” (¿?), que han dejado atrás aquella España clasista de caciques y señoritos. La Constitución Española, garante de una serie de derechos fundamentales, recoge también en su art. 35 el Derecho al Trabajo. Distinto es que los gobiernos, el volumen burocrático, los poderes en la sombra y un largo etcétera, no sepan, no puedan o no quieran articular los mecanismos necesarios para que la población acceda a este derecho.

Art. 35

1.       Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.
2.       La ley regulará un estatuto de los trabajadores.


  Marcelino ha sido cesado en sus labores como entrenador del Sevilla FC. Es la consecuencia de que en España también exista el Despido Libre y por este camino, casi gratuito. A Marcelino se le pueden achacar una serie de cosas más o menos discutibles (aquí cada uno es de su padre y de su madre), como si da el perfil requerido para un club grande, si tiene el don de mando necesario en el vestuario, la capacidad de concentrar la atención, la táctica empleada, el uso o no de tal jugador, etc. Sin embargo, no podemos negar su compromiso, trabajo y dedicación hasta el último momento.

  Evidentemente, en fútbol mandan los resultados y si estos no llegan, la cuerda siempre se rompe por el mismo lado. No discuto el cese de Marcelino, ya que ni una SAD funciona como una empresa privada (aunque la profesionalización de ésta casi lo exija así), ni el rumbo del equipo avalaba su continuidad. Esperamos que el cambio de entrenador deje al Club a final de temporada donde todos deseamos verlo.
Marcelino se va, pero supongo que no lo hace con una mano delante y otra detrás. El dinero que se mueve hoy día en el mundo del fútbol hace que una gran mayoría de los que viven de él puedan jubilar a sus propios hijos. Le deseamos toda la suerte del mundo al anterior entrenador en su carrera profesional.

  A mí, los que realmente me preocupan son esos otros “Marcelinos”, personas igualmente trabajadoras, con hijos y otras cargas familiares, con hipotecas y pagos ineludibles cada mes. Son mujeres y hombres a los que el despido libre y casi gratuito está convirtiendo en víctimas de esta crisis. Realizan su trabajo con esfuerzo, sin que dependan de ningún tanteador del que deban dar cuentas. Sin embargo, sí dependen de otros marcadores, los que muestran la tabla de resultados de empresarios a los que solamente les interesan los beneficios, sin importar si un trabajador se deja la salud o la vida cada día en su puesto de trabajo. Y lo peor es que estas mujeres y hombres están indefensos (o tal vez no), ya que no pueden cambiar de sistema táctico, ni alinear a otros jugadores. Solamente les cabe esperar.

  Con suerte, son despedidos de forma improcedente y al menos, dependiendo de su antigüedad, obtienen una “buena” indemnización y la correspondiente prestación por desempleo. Sin embargo, mucho me temo, que la gran mayoría de los actuales desempleados se encuentran en peores condiciones, con prestaciones a punto de finalizar o ya extinguidas, con indemnizaciones irrisorias (más aun para la patronal) y con empresarios que no han cotizado por ellos lo que debieran.

  Una empresa privada solo busca beneficios económicos y le da exactamente igual lo buen trabajador que uno sea. Un club debe buscar como primer objetivo beneficios deportivos, lo que puede llegar a justificar el despido de un excelente trabajador.

5 Comentarios:

Rafael Sarmiento dijo...

Como bien dices, lo preocupante no es que a Marcelino le hayan salido mal las cosas y acabe en el paro. Lo peor es cuando eso le ocurre a un cualquiera cuya vida depende de ese trabajo que ha perdido. Irse a casa con una burrada de dinero en el bolsillo tiene que ser hasta liberador. Descansar con la cuenta repleta de ceros será maravilloso, lo supongo, no tengo el gusto de saberlo con certeza.

La vida es injusta muchas veces, pero con unos lo es mucho más que con otros.

Un saludo

Jose Manuel Ariza dijo...

Saludos.

Perfectamente razonado. Ni te imaginas lo profundamente que coincido en tus apreciaciones.

Digamos más: si Míchel, nuevo entrenador del Sevilla debe marcharse al final de ésta temporada porque no consiga los objetivos marcados, habrá ganado UN MILLÓN DE EUROS. Lo mismo que si los consigue.

Resumimos que éste es el Estado del... ¿bienestar? ¿El bienestar de quién? ¿Quién invento la fracesita milonga y dónde trabajaba?

Corrección (si me permites): ¿Sanida y Educación gratuitas? ¿Sabes lo que nos cuesta todo eso? Si decimos "universales", pase, pero ¿gratuitas? No nos confundamos, por favor.

Gracias.

Cuídate.

Terenti dijo...

A/A Sr. Ravesen:

Efectivamente, tiene usted razón. Lo peor de todo es que además la peña no se mueve. Unos miran para otro lado, otros simplemente rumian su desgracia y los más creen en los poderes mediáticos y las campañas de desinformación y desprestigio contra el 15M y los sindicatos, que seguramente tengan sus defectos, pero no son nada sin el apoyo del pueblo.

A/A Sr. Ariza:

Cierto, lleva usted razón. Supuestamente, la universidad, por poner un ejemplo, es pública y gratuita, pero si lo que quieres es el título y no solo acudir de oyente, debes pagar por ello. Claro que tenemos las becas y demás, pero tal cual nos indica usted, salen de nuestros impuestos al igual que en el caso de la sanidad. Nada es gratis, aunque debemos reconocer que al menos este sistema nos hace más iguales a todos, bien sea por arriba o por abajo, que ésa es otra. Cuídese.

Mati Herrera dijo...

Cierto es compi, todo lo que dices, incluso que la peña mira para otro lado, unos por unos motivos y otros por otros. Es muy difícil salir de esta situación en la que vivimos y mucho me temo, que van a sumarse muchos más a esa lista de despidos.
Además la crisis económica ha venido en un momento en el que el ciudadano de calle se había acostumbrado a vivir a un nivel, en gran medida, un poco por encima de sus posibilidades y donde te prometían y ofrecían de todo, los bancos, el gobierno, la misma sociedad. Que Dios nos coja confesados. Un beso

Terenti dijo...

La verdad es que tienes razón. Muchos han sido los que se han visto engañados o se han dejado engañar.