Mac y su Maleta

  El pasado domingo día 15, José Manuel Ariza nos regalaba un magnífico Post titulado “La Maleta de Cartón y Mac”, cuya lectura y comentarios posteriores os recomiendo encarecidamente. Nos hablaba de la figura del emigrante y de esos movimientos migratorios forzados que debe vivir una sociedad en un momento dado de su historia, siempre en busca de un futuro más alentador que el que su propia tierra le puede ofrecer. A fuerza de ser sincero, en un primer momento, tras ver el título del post pensé que aquel artículo trataba de algo muy diferente, aunque en realidad aun pienso que debe haber algo relacionado con aquello que yo imaginaba.

  Me recordó a otros “Macs”, a aquellos habitantes de las tierras altas de Escocia, las Highlands. Personas que durante los siglos XVIII y XIX, se vieron obligados a abandonar sus tierras y sus montañas en un proceso denominado “Highlands Clearances”, que en el fondo, no era más que un intento por parte de la Corona Británica de acabar con todo resto de resistencia y nacionalismo escocés que pudiera quedar en aquellos “Highlanders”.


  La mayoría de aquellos “Macs” se vio obligada a trasladarse a las Tierras Bajas (Lowlands) o a emigrar, especialmente a Nueva Zelanda y Australia. Sin embargo, lo que podría haber sido una victoria inglesa sobre el antiguo sistema escocés basado en clanes, no hizo más que reforzar el sentido de pertenencia a un clan y a una nación, Escocia. Efectivamente, los clanes y sus miembros (“Macs”) se sintieron más orgullosos que nunca de su historia y tradiciones, algo que se hizo aun más patente con la llegada del Romanticismo durante la primera mitad del siglo XIX (aunque a España llegara más tarde). Se comenzó a escribir y publicar poesía escrita en Gaélico, se vestía el Kilt (falda escocesa) con más orgullo que nunca, empezaron a proliferar los Tartans (cuadros escoceses con diseño específico de cada clan)…


  Los escoceses (“Macs”) que habían emigrado por todo el mundo, mantenían el contacto con su tierra natal, bien a través de la correspondencia escrita que viajaba en barco o bien a través del telégrafo, usado por primera por Morse en 1844.  Aquel electroimán conectado a una batería mediante un interruptor, permitiría comunicaciones que darían pie a hechos históricos, aunque estos hechos los dejaremos para otra ocasión.

  Muchos de los Highlanders (“Macs”) echarían raíces muy lejos de la tierra que los vio nacer. Allí prosperaron y encontraron un futuro que ésa tierra no les pudo ofrecer. Esto mismo, seguro, ocurrirá con esos jóvenes Españoles que hoy abandonan su patria en busca de una oportunidad. Tiunfarán.

  Hubo otros escoceses, otros “Macs”, que forzados o no, también emigraron y echaron raíces fuera de Escocia, muchos de ellos aquí, en España. Eran comerciantes, ingenieros, diplomáticos, marinos… Unos volvieron, otros se quedaron. Muchos prosperaron y dejaron constancia para la historia de sus logros, de sus vicisitudes y de su difusión de la cultura escocesa y británica por estas tierras. Y lo dejarían escrito, negro sobre blanco.

A todos aquellos que se ven forzados contra su voluntad a abandonar su tierra.

P.D.-Al Sr. Ariza pedirle disculpas por servir de inspiración.

2 Comentarios:

Jose Manuel Ariza dijo...

Saludos.

Al Ariza que escribió el artículo no tiene que pedirle disculpas. De ninguna de las maneras.

El Ariza se siente muy, pero que muy orgulloso de servir para algo. Y no digo nada si sale un post tan hermoso como éste.

Un día, juntos, sacaremos a todos los Macs de nuestra historia sevillista. Y otro, ojalá que pronto, quizás recuperemos a nuestros propios Macs, los que emigran hacia futuros mejores y plantan semillas blancas y rojas por todo el mundo.

Gracias, amigo.

Ha sido un auténtico placer.

Cuídate.

Terenti dijo...

Muchas gracias por sus palabras José Manuel. Así será.