El Primero en Primera




“Yo sé un himno gigante y extraño
que anuncia en la noche del alma una aurora”

Gustavo Adolfo Bécquer
 
  Acostumbrados estamos los Sevillistas a escuchar oír hablar de esos supuestos “títulos invisibles” que no adornan ninguna vitrina y que consisten en “ser el primero en algo”. Curiosamente, los más oídos, como son “ser el primero en ganar la Copa del Rey” o “ser el primero en jugar la Champions”, son falsos. Ignorancia debida a cambios de nomenclatura y desconocimiento de la historia.

  Hace algún tiempo que me ronda la idea de ir escribiendo la historia de todos y cada uno de los “derbies”. Supongo que ya habrá algo similar publicado, pero es algo que me hace ilusión. El caso es que, repasando la historia de los enfrentamientos entre ambos equipos sevillanos, me he encontrado con hechos que para otros supondrían uno de esos “títulos invisibles” consistentes en “ser primeros en algo”. Sin embargo, no les oigo alardear de estos supuestos “títulos”, bien por desconocimiento de su propia historia o bien por ser simples anécdotas dentro de lo que ha sido la manifiesta superioridad del Sevilla FC en la historia de estos “derbies”.

  “Ser el Primero” es otra cosa, pero aun así, aquí os dejo uno de esos “títulos invisibles” de los que otros alardearían: Ganar el primer derby en primera división.

  En la tarde del día 3 de febrero de 1935, se disputó en el viejo Nervión el primer derby sevillano en la máxima categoría del fútbol español. En la previa, la prensa anunciaba la importancia del encuentro, ya no solo por la rivalidad existente entre ambas sociedades, sino también por el interés que éste despertaba para el futuro devenir del campeonato, ya que el Betis, que se encontraba líder al comienzo de aquella jornada, podría dar un zarpazo casi definitivo en su lucha por el campeonato.

  Aquella temporada 1934/1935, el campeonato de liga estaba compuesto por tan solo 12 equipos, otorgándose dos puntos por victoria y uno por empate. Por lo tanto, tras la disputa de esta décima jornada, solamente quedarían 24 puntos en juego.

  El Sevilla, que había ascendido brillantemente la temporada anterior, disputaba su primera campaña en primera división. Hasta ese momento, se habían disputado 9 jornadas, encontrándose el equipo en el séptimo puesto con 8 puntos (4 victorias y 5 derrotas). En cuanto al balance goleador, el equipo llegaba al derby con 20 goles a favor y 18 en contra.

  El equipo Sevillista mantenía prácticamente el mismo bloque que le había hecho vencer en dos ocasiones al Betis en el Campeonato Superregional (2-4 en el campo del Patronato y 2-1 en Nervión). Sin embargo, aquel Betis, según podemos leer en el diario ABC de ese mismo día 3 de febrero, era una “caricatura” del equipo al que habría de enfrentarse el Sevilla aquella tarde.

  Sobre la dificultad de vencer al Sevilla y la fortaleza del equipo blanco, un par de días más tarde, podíamos leer en el mismo diario las siguientes palabras:

“Por eso ahora, tras vencer al Sevilla – empresa acaso más difícil que derrotar a una selección de Madrid y Athletic Bilbaino-,...”

  En este mismo sentido, se expresaba Antonio Olmedo en su crónica para la edición sevillana del diario ABC.

“El club blanquiverde andaluz, contra el pronóstico casi general de la crítica, ha vencido...”

  Con respecto a dicha crónica de Antonio Olmedo, debemos destacar que no es precisamente un ejemplo de periodismo imparcial. De hecho, Olmedo era seguidor del por aquel entonces Betis Balompié (durante la República, perdió el título de “Real”), aunque por las perlas que nos dejó, más bien pudiera decirse que era anti-Sevillista, tal y como nos muestra Carlos Romero en su Post de 11 de febreo de 2009 “Antonio Olmedo”.

  Continuando con la crónica de Olmedo, el partido fue arbitrado por el colegiado Vilalta, quien “hizo un arbitraje imparcial y enérgico. Le auxiliaron muy bien jueces de línea del Colegio Catalán.”. “Los primeros minutos de esta pugna bético-sevillista fueron de peloteo desconcertado”, con demasiados nervios por ambos “bandos beligerantes”. “A medida que los nervios se aplacaban, el Betis mejoraba visiblemente su juego, mientras que la defensa del Sevilla se descomponía por momentos”.

  Al descanso se llegó con el resultado de 0-2 a favor del Betis, ambos goles anotados por Lecue. El Sevilla había disfrutado de dos claras ocasiones pero, al parecer, en ambos casos el portero bético, Urquiaga, evitó el gol.

  “En el segundo tiempo, el Betis empleó la táctica del cuarto medio, a fin de conservar la ventaja, y esto originó un mayor dominio de del Sevilla”. Sin embargo, “cuando el Sevilla buscaba ansiosamente el goal”, el Betis consiguió el tercer tanto gracias al canario Adolfo a pase de Saro. “Ya hasta el final, nuevos intentos de violencia, sancionados siempre, y nada más”.

  En descarga del Sevilla, también denominado en esta época “equipo merengue”, habría que destacar que Tejada “se lastimó al comienzo del partido”, mientras que Fede, “lesionado durante el primer tiempo, hubo de pasar al puesto de de exterior izquierda”. Debemos recordar que en esta época, no existían los cambios en el fútbol, debiéndose terminar el partido con el mismo once que saltara al campo.

  Por parte del Sevilla, se alinearon Eizaguirre en la portería, Euskalduna y Deva en defensa, Alcázar, Epelde y Fede en la media, y Tejada, Torrontegui, Campanal, Taché y Bracero en la delantera. Por parte del Betis, jugaron Urquiaga, Arezo, Aedo, Peral, Gómez, Larrinoa, Timimi, Adolfo, Unamuno, Lecue y Saro.

  Al término de aquella jornada, el Betis continuaría como “leader”, mientras el Sevilla bajaría un puesto colocándose octavo en la tabla con 8 puntos, cuatro victorias y seis derrotas; 20goles a favor y 21 en contra.

  El Betis acabaría ganando aquella liga de la temporada 34/35. Sin embargo,el Sevilla sería Campeón de España al ganar la Copa de la República, título que en aquel momento, por tradición, historia y prestigio, era mucho más importante que la liga.

1 Comentarios:

Mati Herrera dijo...

Bueno, me desconcertaba un poco el post, ya que esperaba que hubiese ganado el Sevilla. Menos mal que al final conseguimos ganar la copa de la República. Un beso compi